diumenge, 19 de gener del 2020

Reseña: "La Sociedad de la libélula", de Ana González Duque

"La Sociedad de la Libélula", de Ana González Duque


¡Hola, gente! Hoy os traigo la reseña de la novela “La sociedad de la libélula”, de Ana González Duque. Hace un tiempo que tengo pendiente esta reseña y hoy me he animado.



Argumento: Desde que conocí a Ana González como autora, sentí mucha curiosidad por sus libros, y curiosamente me tocó éste en un sorteo que hizo ella misma por Instagram. “La sociedad de la libélula” nos cuenta principalmente la historia de Isabel, una joven autora que se presenta a unas pruebas de la mayor editorial de fantasía, terror y ciencia ficción conocida en su lengua. Isabel no es una joven convencional, y en su vida han ocurrido algunas tragedias que la han llevado a vivir con su abuela; a ésta, la tiene que cuidar por sus enfermedades mentales (demencia senil, básicamente). Sin embargo, pese a lo que cree ser una historia monótona y sin suerte, Isabel pronto se ve sumergida –nunca mejor dicho– en un mundo fantástico que nunca hubiera imaginado… un mundo erigido, no obstante, por su propia mente.

Opinión: La historia no se hace pesada ni lenta; es viva, con unos personajes bien construidos y una trama bien ligada. El vocabulario de la autora es ameno y fluido, y las escenas se suceden de forma correcta e inteligible, y la división en capítulos cortos hace muy asequible la obra y fácil de dejar y retomar cuando queramos. Me gustaría loar además la excelente plasmación de la vida y mentalidad de los escritores de fantasía, CCFF y terror, donde he visto la realidad sobre el papel y de forma agradable. Si hay algo que pueda decir en contra, y seguramente será por motivos de distracción propia –mea culpa–, quizá apuntaría que los personajes masculinos de Nahum y Taar se me han confundido en más de una ocasión, pero nada que enseguida se pueda sobreentender por el contexto. Finalmente, lo que más me ha gustado es la psicología de los personajes y los fines que los mueven, aparte de cómo la autora ha representado sus sensaciones, sentimientos y pensamientos: todo ello está genialmente construido, para mi gusto sobre todo lo que respecta a Melchor, que me ha parecido el más interesante e intrigante.
¿Alguien lo había leído ya? ¿Habéis leído otros libros de Ana González Duque? ¿Qué os ha parecido? ¿Os interesa la temática? Es una autora de la que se puede aprender mucho disfrutando. ¡Espero comentarios y dudas más abajo si os apetece! ¡Un abrazo!


dissabte, 4 de gener del 2020

Reseña de "La Historia Interminable"

The neverending story ( "La historia interminable"), de Michael Ende

Esta historia, como dije, debería estar en cualquier casa y escuela, en cualquier biblioteca; es, no hace falta decirlo, uno de los clásicos de la literatura moderna. Pretender hacer un resumen es arriesgado, además de difícil. Pero, teniendo cuidado de no desvelar la historia en sí a nadie, allá vamos: todo comienza con un chico un poco gordo y de poca altura llamado Bastián Baltasar Bux (con tres "b", como se recalca en el libro), niño que aún cursa estudios en un colegio de primaria y que con sólo abrir la novela ha huido de unos acosadores de su edad que le perseguían. El chico acaba en una vieja librería, en la puerta de la cual, desde el interior, cuando se miraba hacia la calle, se podía leer del revés: "Libros de ocasión. Propietario: Karl Konrad Koreander"; este señor, cuyo nombre tiene tres "k", recibe a Bastián muy adustamente. Muy arisco, el hombre lee un libro con dos serpientes en la cubierta, que se muerden la cola la una a la otra. El señor Koreander, en un momento determinado, después de decirle cuatro palabras agrias al jovencito, se levanta para atender una llamada y Bastián, tentado por la atracción que el libro le envía, lo hurta.
Así se inicia una historia interminable, una historia que, una vez nos adentremos en ella, difícilmente podremos dejar tranquila. Posiblemente a cualquier niño que la lea le parecerá una historia normal y corriente de aventuras, llena de tópicos iguales que las historias de los cuentos más simples que haya leído o de las películas o series que haya visto. Para una persona mayor, también puede representar una historia demasiado sencilla y modesta, incluso ingenua, y es muy probable que la deje pronto en la librería. La historia de Bastián es, sin embargo, una obra de culto, una obra más compleja de lo que a simple vista se puede apreciar. En un primer momento quizás no lo parezca, pero esta lectura de Ende es una de las más esforzadas e intrincadas, llena de simbolismos y metáforas; lo más seguro es que la mayoría de propósitos no los consigamos descubrir. Hay mucho más que leer entre líneas que en sus letras rojas y verdes: con el texto impreso en rojo se nos cuenta la historia de Bastián, pero en el texto impreso en verde encontramos lo que relata el propio libro que roba Bastián.
En verde empezaremos leyendo los peligros que asolan Fantasía (en mi traducción al castellano, sin acento, aunque supongo que lo llevará, por lo que yo lo escribiré), un reino imaginario que pronto será aniquilado por una gran masa nada llamada "la Nada". La princesa –o reina– de Fantasía es la Emperatriz Infantil, una niña pequeña que gobierna sobre todos los seres de Fantasía, ya sean buenos o malos; todos la aman y la veneran, todos le obedecen. La Emperatriz, al inicio de la historia, está, sin embargo, muy enferma, a punto de perder la vida, y un montón de médicos de todas las especies de Fantasía han acudido a la Torre de Marfil –donde ella reside– para intentar curarla, pero sin éxito. Así pues, será Atreyu, un joven de la tribu de los piel-verdes quien deberá buscar la salvación de la joven reina. Pero... ¿y no se nos habla más de Bastián? ¿No trata de él el libro de Michael Ende? Sí, por supuesto, y en primera instancia además. Esto, sin embargo, dejaré que sea el lector quien lo descubra.
La novela tiene, para mí, dos partes muy claras y bien diferenciadas: la que Bastián no es consciente de la real importancia del libro que ha robado y la que sí. Se trata de un libro para disfrutar con su lectura, pero también para meditar, para reflexionar sobre cada diálogo, para imaginar cada historia secundaria inconclusa. Si le tuviera que poner una nota del 0 al 10, la respuesta sería 10. Tiene una trama más enrevesada de lo que en un principio parece, mucho más incluso de lo que nos podrá parecer cuando la acabemos, con un vocabulario fácil, unas descripciones llanas pero contundentes, unos personajes muy misteriosos y unas enseñanzas inconmensurables. Cuando el lector lea el último capítulo de la novela, tal vez derrame alguna lagrimita, y aprecie más lo que tiene y que la rodea. Es un libro para crecer, a cualquier edad. Pienso que debería volverlo a leer dentro de unos añitos, para rememorar y aprender un poco más.
Con el fin de no alargar mucho esta reseña, simplemente copiaré a continuación tres textos, tres pasajes que he seleccionado para los taverners. El primero de él es de casi el principio de la novela, y habla de lo que siente Bastián al encontrar el libro de la historia interminable:
Las pasiones humanas son un misterio, y a los niños les pasa lo mismo que a los mayores. Los que se dejan llevar por ellas no pueden explicárselas, y los que no las han vivido no pueden comprenderlas. Hay hombres que se juegan la vida para subir a una montaña. Nadie, ni siquiera ellos, puede explicar realmente por qué. Otros se arruinan para conquistar el corazón de una persona que no quiere saber nada de ellos. Otros se destruyen a sí mismos por no saber resistir los placeres de la mesa… o de la botella. Algunos pierden cuanto tienen para ganar en un juego de azar, o lo sacrifican todo a una idea fija que jamás podrá realizarse. Unos cuantos creen que sólo serán felices en algún lugar distinto, y recorren el mundo durante toda su vida. Y unos pocos no descansan hasta que consiguen ser poderosos. En resumen: hay tantas pasiones distintas como hombres distintos hay.
La pasión de Bastián Baltasar Bux eran los libros.
Quien no haya pasado nunca tardes enteras delante de un libro, con las orejas ardiéndole y el pelo caído por la cara, leyendo y leyendo, olvidado del mundo y sin darse cuenta de que tenía hambre o se estaba quedando helado…
Quien nunca haya leído en secreto a la luz de una linterna, bajo la manta, porque Papá o Mamá o alguna otra persona solícita le ha apagado la luz con el argumento bien intencionado de que tiene que dormir, porque mañana hay que levantarse tempranito…
Quien nunca haya llorado abierta o disimuladamente lágrimas amargas, porque una historia maravillosa acababa y había que decir adiós a personajes con los que había corrido tantas aventuras, a los que quería y admiraba, por los que había temido y rezado, y sin cuya compañía la vida parecería vacía y sin sentido…
Quien no conozca todo eso por propia experiencia, no podrá comprender probablemente lo que Bastián hizo entonces.
Miró fijamente el título del libro y sintió frío y calor a un tiempo. Eso era, exactamente, lo que había soñado tan a menudo y lo que, desde que se había entregado a su pasión, venía deseando: ¡Una historia que no acabase nunca! ¡El libro de todos los libros!
Ahora, para que el lector pueda valorar una descripción de Ende, de esas que parece que escriba tan simple y llanamente pero que tanto ilustradoras son, aquí va una sobre Fújur, el dragón de la suerte, uno de los personajes principales:
Los dragones de la suerte –como ya se ha dicho– son criaturas de aire y de fuego. El elemento líquido no sólo les resulta extraño, sino también sumamente peligroso. Pueden apagarse realmente en el agua como una llama… si es que antes no se ahogan, porque respiran aire ininterrumpidamente por todo el cuerpo, a través de sus cien mil escamas de color madreperla. Se alimentan por igual de aire y de calor y no precisan otro alimento, pero sin luz y calor sólo pueden vivir poco tiempo.
El último texto, y aquí nos despedimos, taberneros, trata de la geografía de Fantasía. En fin, la novela es una obra maestra, y el único defecto que tiene es que nos engaña al decirnos en el título que es inacabable. ¿O, no acaba de engañarnos realmente...? ¡Un fuerte abrazo interminable!
Aquí resulta indispensable detenerse por un momento para explicar algunas peculiaridades de la geografía de Fantasia. Tierras y mares, montañas y ríos no están allí de la misma forma que en el mundo de los seres humanos. Por eso, por ejemplo, sería completamente imposible dibujar un mapa de Fantasia. Allí no se puede prever nunca con seguridad qué país limita con cuál. Hasta los puntos cardinales cambian según la región en que se encuentra uno en cada momento. Verano e invierno, días y noches, obedecen en cada región a leyes distintas. Se puede salir de un desierto abrasado por el sol y llegar sin transición a árticas llanuras nevadas. En ese mundo no hay ninguna distancia exterior conmensurable, y por eso palabras como “cerca” o “lejos” tienen otro sentido. Todas esas cosas dependen del estado de ánimo y de la voluntad con que uno recorre un camino determinado. Como Fantasia no tiene fronteras, su centro puede estar en todas partes… o, mejor dicho, está al mismo tiempo cerca y lejos de todas partes. Depende por completo del que quiere llegar a ese centro. Y el centro mismo de Fantasia es, precisamente, la Torre de Marfil.