Érase una vez una mujer que a menudo estaba triste. Sin embargo, como alegraba el día a todos, con la felicidad de los demás se conformaba. Le gustaba. Con impregnarse de la alegría de los suyos, para ella era suficiente. Muchas veces pensaba que quizás esa era la verdadera felicidad... Muchas otras veces pensaba si no se equivocaba...
dissabte, 10 de novembre del 2018
Érase una vez... (4)
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